Tenía tintes de partido grande, aunque todavía resten cinco jornadas. Nuestro juvenil A se enfrentaba este domingo en el partido que cerraba la jornada frente al Pizarrales con solo un punto de diferencia entre ambos a favor del rival. En el partido de ida, eso sí, se logró vencer.
La llamada previa de las aficiones se hizo notar en las gradas, y el partido se volvió algo todavía más épico. En el caso de que el rival venciera, el posible ascenso se convertía en algo muy complicado. Ganar te permitía afrontar esta recta final con cierta ventaja, aunque nada determinante.
Y con ese pensamiento por parte de ambos conjuntos, el partido fue un toma y daca suave. Parecía que se afrontaba mejor desde la defensa, con un juego sin demasiada profundidad. Pese a ello, había ocasiones timoratas hasta que primero Adri, con un flojo golpeo con todo a favor, y después Munti, con un zurdazo, pudieron anotar el primero. Este segundo golpeó con fuerza en el larguero y al rechace, manso, no llegó Íker por poco.
Eran los mejores momentos de los nuestros que, sin embargo, en una jugada aislada recibieron el primero. Un balón a la espalda en el que pedimos fuera de juego acabó con un penalti de Jorge sobre el delantero que anotaron, aunque el propio cancerbero estuvo a punto de pararlo. Era un 0-1 muy celebrado por la afición local pero con mucho por jugar.
De hecho, y aunque el partido siguió por la misma tónica, cuando se llegaba al descanso, Adri anotó un auténtico golazo de falta que se coló por la escuadra. Un golpeo que también se celebró y tranquilizó a los nuestros, que consiguieron llevar al descanso el marcador en tablas.
En la segunda parte no pasó gran cosa. Nuevamente los equipos parecían tantearse pero los cambios sentaron mejor a los nuestros. De hecho, un jugador de refresco fue el que acabó decidiendo el encuentro. Un balón largo que no acertó a sacarlo la defensa local, lo aprovechó Aarón para encarar portería y definir a gol por el palo corto. Éxtasis en la parte visitante de la poblada grada.
De ahí al final, incluidos los diez minutos de descuento, hubo que sufrir con los balones largos ante un imperial Nico, que sacaba todo lo que venía por arriba. También Jorge tuvo que emplearse en una ocasión estando bien colocado para, por fin, poder celebrar la victoria. Un partido grande que acabó con una victoria más grande.
Eso sí, cinco jornadas por delante. Empezamos por delante pero hay que sumar 13 puntos para depender de nosotros para lograr el título y el ascenso. Mucho por jugar, sí, pero siempre es mejor hacerlo en ventaja.